Reseña de Doctor Strange en el Multiverso de la Locura
Elizabeth Olsen ofrece una gran actuación como la Bruja Escarlata, pero la historia y los nuevos personajes pueden dividir a los fanáticos.
La primera vez que los fanáticos del Universo Cinematográfico de Marvel vieron a Doctor Strange fue en 2016. Cinco largos años han pasado desde entonces para volverlo a ver protagonizar una historia propia, aunque no hemos dejado de seguir sus pasos, pues fue parte importante en la batalla contra Thanos en las dos últimas cintas de Avengers y anteriormente tuvo una breve aparición en Thor Ragnarok. Pero el lugar en que si tuvo un papel predominante, incluso rozando en algunos momentos como antagonista, fue en Spider-Man: No Way Home, donde fue una especie de nuevo mentor para el Peter Parker de Tom Holland y a la vez una especie de niñero hechicero mientras los universos paralelos colisionaban.
Para Doctor Strange en el Multiverso de la Locura, Stephen Strange (Benedict Cumberbatch) vuelve a estar al cuidado de un adolescente, en esta oportunidad de America Chavez (Xochitl Gomez), cuando ya creía que el tema de los multiuniversos había quedado zanjado. De esta manera la cinta confirma que este es el futuro de los próximos proyectos de Marvel: ahondar en las distintas variantes de los personajes en infinitas posibilidades de mundos acompañadas de grandes sorpresas, tal como se vio en No Way Home y la serie Loki.
Por lo anterior, no resulta extraño que hayan reclutado a Michael Waldron, el guionista de Loki, para tratar de conectar universos en 127 minutos con ideas y personajes que nunca habían mantenido diálogos o encuentros en pantalla. Todo a través de la mirada y dirección de Sam Raimi, quien vuelve a reencontrarse con el género de superhéroes, pero en esta ocasión desplegando las ideas con la tecnología que ofrece esta época y ofreciendo a los fanáticos un espectáculo rara vez visto en la década que lleva en marcha las producciones de Marvel.
En sus primeros minutos, la cinta hace honor a su título "Multiverso de la Locura" (aunque no se mantiene en el tiempo) para revelar a la audiencia dos nuevos personajes: el primero con una cara familiar y el segundo una heroína ya mencionada, America Chavez. La introducción es una soprendente y llamativa escena de acción, donde se comprende de inmediato las razones de la supuesta "locura" en la trama. No hacen faltan mayores presentaciones, debido a que los fanáticos de Marvel (suponiendo que ya han visto todas las producciones del estudio) entenderán el estado del mundo donde se ambienta esta película.
Después de salvar una vez más el mundo junto a nuestro siempre buen vecino Spider-Man, Doctor Strange, retoma sus conflictos vistos en su cinta debut acompañado de su interés amoroso, Christine Palmer (Rachel McAdams). El tiempo no pasó en vano, para mala suerte del doctor, ella encontró un nuevo amor y se va a casar, matrimonio al que asiste Stephen Strange. Es en este evento donde aparece una gran amenaza y el hechicero no dudará en salvar la ciudad con ayuda de un siempre bien recibido Wong (Benedict Wong), que en esta producción tiene un rol mucho más importante como el Hechicero Supremo.
La película realmente no se pone en marcha hasta que America Chavez aterriza accidentalmente en el universo natal de Strange mientras es perseguido por una criatura demoníaca en forma de pulpo gigante. America se presenta como alguien con la capacidad para viajar de forma natural entre universos, visualizada asombrosamente mientras crea grietas en forma de estrella en el espacio, este poder poco explicado la convierte en el objetivo de una amenaza mágica invisible, y para evitarlo deberán ir tras un óscuro libro poderoso.
Así, con los típicos diálogos humorísticos acostumbrados de las películas de Marvel, Doctor Strange vuelve a convertirse en un mentor para un nuevo joven héroe mientras intenta salvarlo. Una dupla un tanto extraña y que no convence mucho. Pero mucho más convincente es la Bruja Escarlata Wanda Maximoff (Elizabeth Olsen), un personaje que te hace preguntar el porqué la cinta no lleva su nombre si es la que verdaderamente se roba la pantalla con su rol de villana. Para comprender sus nuevos poderes, es necesario haber visto la serie Wandavision, pues su final conecta de inmediato con su aparición en la cinta, donde por primera vez se muestran sus capacidades reales y, vale destacar, está dispuesta a cualquier cosa con tal de conseguir lo que desea.
Es aquí donde la cinta comienza a brillar visualmente, infundiendo el viaje de Strange y America con una mezcla de técnicas de película de terror e imágenes psicodélicas. Cabe resaltar una pelea musical de manera literal que podría decirse que es lo más destacado del género y de lo que se ha visto en Marvel hasta el momento. Sin embargo, el problema de "El Multiverso de la Locura" es que los arcos de los personajes se cierran apresuradamente, faltando varios pasos en el camino que podrían haberse desarrollado un poco más.
Las actuaciones de Gomez y Olsen son los más sobresaliente de la cinta, sobre todo la de esta última actriz, pues todo el drama recae en Wanda, pues pasa de aterradora a trágica y viceversa en solos unos momentos, siendo una figura realmente interesante en la película, debido a que nunca busca la redención. Mientras que Gomez crea un personaje divertido y con mucho potencial para seguir creando historias sobre sí, no obstante, su desarrollo es un poco rápido y deja más preguntas que respuestas.
Otro rol más importante es para Cristine de McAdams, a quien vemos en una faceta más activa y participativa en la trama a través de una nueva versión de ella, sin entrar en mayores spoilers. También aparecen otros personajes femeninos, que de seguro encantarán al público y a los espectadores de la serie What If. Con sus apariciones, es segurísimo que en el futuro estarán involucradas en nuevos proyectos, pues como se ha dicho, el multiverso ofrece un abanico de posibilidades a filmar.
Doctor Strange en el Multiverso de la Locura contribuye en gran medida a configurar las historias de la próxima década, pero no es la cinta de terror con la cual se promocionaba, por lo que tampoco renueva el género. Lamentableme, la historia no puede canalizar toda la acción y solo se conforma con ser muy entretenida con un concepto de "locura" que se va volviendo normal a medida pasan los minutos y se perde de a poco.
A pesar de los anterior, no hay dudas de que los fanáticos de Marvel disfrutarán de los cameos y la escena posterior a los créditos que generará una nueva ola de teorías.