Logo ETC

Este aviso se cerrará en segundos

27/10/2020

Revolución y videojuegos; historias detrás de la historia

Las revoluciones en la historia universal también han servido como inspiración para los videojuegos, y ejemplos tenemos varios.

+ en etc

A lo largo del curso de la historia de la humanidad, las revoluciones han protagonizado cambios estructurales, culturales y sociales en el desarrollo de los países. Ante esto los videojuegos se han inspirado para llevar estos hechos al universo digital.

Historias que han aportado a diversas narrativas a lo largo de los años para la construcción de grandes videojuegos, muchos de ellos que retratan y se inspiran en procesos conocidos mundialmente y otros que escapan de las líneas originales para plantear tramas un poco más extremas.

"Homefront: The Revolution" es uno de los primeros que se nos viene a la cabeza y es porque, dentro de todos, es uno de los que más real vuelve este tipo de temáticas. Lanzado el 2016, trata de un grupo de milicianos norteamericanos que protagonizan una revolución, para de esta forma liberar al pueblo de los Estados Unidos de la invasión coreana que los mantiene esclavizados.

Esto se da dentro de un universo alternativo donde Norteamérica jamás tuvo una expansión de Sillicon Valley, sino que ocurrió en Corea, lugar donde Apex (empresa simil a Apple) desde los 70 produjo elementos para el hogar, que luego pasó a la carrera armamentista y que puso el tablero a favor de Corea. De ahí en adelante es meramente desarrollo porque tienes que liderar a tu pueblo hacia la Independencia 2.0.

Esto, en escencia, es el alma de una revolución porque, y de acuerdo a la RAE, la palabra se define como "Cambio profundo, generalmente violento, en las estructuras políticas y socioeconómicas de una comunidad nacional" o también levantamiento o sublevación popular."

Siguiendo esta tendencia vemos dos títulos de Ubisoft que se acercan mucho más a la historia pero que lo plantean desde una vereda paralela y con variaciones, pero sin perder el núcleo: Assassin's Creed III y Assassin's Creed: Unity.

El primer título narra la historia de Connor, cuyo nombre indígena es Ratonhnhaké:tön, perteneciente a uno de los pueblos originarios de Norteamérica, los Mohawks. Hijo de Haytham Kenway, inglés y parte de la Orden de los Templarios, y Ziio, la madre miembro de esta tribu autóctona. La historia tiene lugar en pleno período del proceso independista norteamericano.

Connor, quien a lo largo de este juego influye de manera directa con sucesos enlazados al proceso de liberación norteamericana, plantea un punto importante; cualquier persona, venga de donde venga y sea quien sea, puede alterar el curso de la historia y pasar de ser una persona común y corriente, a un factor de cambio. Incluso hay escenas de este título en el que el mismo Connor aparece en la firma de la Declaración de la Independencia en 1776 y también impide el asesinato de George Washington.

En "Unity" viajaremos a Francia, donde se vive uno de los procesos más conocidos y comentados en la historia socio-política global: La Revolución Francesa (1789 - 1799). Arno, el protagonista de este Assassin's Creed, se ve envuelto en varios hechos que tienen relación a figuras políticas de la época, donde gran parte de ellas tuvieron incidencia directa en el inicio de la revolución, todo esto de acuerdo al universo de la saga.

De hecho, una de las primeras misiones de Arno cuando ingresa a la Hermandad ocurre al inicio de la revolución. Acá debe proteger a Théroigne de Méricourt, quien originalmente se creyó que participó en la Marcha sobre Versalles, hecho que se desminitó pero que se mantuvo para propósitos del juego. Movimiento que tuvo a las mujeres como protagonistas, cuyo principal reclamo fue el elevado precio del pan. 

A pesar de esto el papel de Arno en AC Unity es ir en contra de la revolución que, en varios aspectos, fue planificada por los Templarios para asesinar a la monarquía y así instaurar un nuevo orden en Francia. Esto se logró con la ejecución del Rey Luís XVI, lo que aseguró la resurreción de la Orden de Los Templarios en el país galo. Incluso acá Arno tiene la intención de asesinar a Robespierre, abogado y uno de los líderes intelectuales de la Revolución Francesa.

Al final de cuentas, estas dos historias reimaginadas por Ubisoft, han servido tanto como referencia como clase de historia para miles de gamers a lo largo del mundo. Muchos de ellos adquiriendo el conocimiento de procesos fundamentales a través de los ojos de un tercero y que, en breves ocasiones, interactúan de manera directa ocasionando cambios en la línea temporal, dentro de los márgenes de esta narrativa.

Volviendo a nuestra país, Chile ha sido testigo de varias revoluciones a lo largo de la historia. Estos levantamientos se vivieron, mayoritariamente, durante los 70s y 80s en plena Dictadura. El derrocamiento vía armas del presidente Salvador Allende en 1973, por parte de agentes militares del estado y patrocinados por los Estados Unidos son el motor de "Guerras Sucias: Septiembre 11".

Este videojuego criollo es el primer título que narra una historia basada muy cerca en este período. De acuerdo al sitio web del juego y posterior al golpe de estado "Maximiliano y Abigaíl, una joven pareja deciden quedarse en Chile para sumarse a la resistencia contra la dictadura, comenzando una vida clandestina en la que deben enfrentar múltiples desafíos y sacrificios."

El título que aun no tiene fecha de lanzamiento es nuestro primer acercamiento a plasmar, de forma digital en videojuegos, lo que sucedió en nuestro país durante esta época. Para ojos del mundo, Chile, siempre se ha caracterizado por ser un pueblo resiliente, que pase lo que pase sale adelante y triunfa ante la adversidad. Y esta es la verdadera escencia de la palabra "revolución"; ir en contra de lo establecido o de lo predestinado.

Historias como en Homefront, Assassin's Creed III y Unity, también en Guerras Sucias nos plantean la revolución desde los ojos de un personaje que, en varios casos, tienen cercanía con la realidad. Las revoluciones las hacen los pueblos y, como en Francia, se extienden gracias a una amplia mayoría de personas descontentas. Una ciudadanía molesta que busca evolucionar para cambiar, vivir mejor y ser una mejor nación. Por eso tampoco podemos escribir "revolución" sin "evolución".

Por Sebastián "Sebastereo" Martínez

Cargando...

cargando