Review: Final Fantasy VII Remake, Square Enix hizo lo que tenía que hacer y más

Increíble pensar que muchos quisimos que el remake de Final Fantasy VII ocurriera con el lanzamiento de la PlayStation 2 muchos años atrás, y que bueno que no lo obtuvimos en aquel entonces. Habría sido técnicamente imposible llegar a la experiencia e impresión que nos llevamos quienes hemos vivido esta nueva experiencia en Midgar. Encontrarle puntos negativos es difícil, ya que la ejecución de este nueva versión de FFVII es básicamente una versión de manual de “¿Cómo hacer un remake?”. Todo lo que leerán a continuación está totalmente libre de spoilers.

Historia

Un poco irónico decirles que no habrá spoilers y empezar con la historia, pero tranquilos que no habrá. Brevemente podemos decir que siempre la intención de un remake es lo que la palabra dicta: rehacer un juego a partir de su base. Acá tenemos cambios que no afectan el desarrollo primordial, muy por el contrario, añaden cosas que ayudan muchísimo a matizar la ya enriquecida historia de este juego. Es un elemento que supieron tratar para darle en el gusto a todo quien haya jugado el original y a quienes se acercan por primera vez al juego. La nostalgia es un elemento clave dentro de todo esto.

Gráficos

Muchas veces los trailers nos mostraron cómo se veía el juego en segmentos que duraban meros segundos. Ya insertos en el juego se nota de inmediato que no dejaron absolutamente ningún detalle en el tintero. Tal como se vio en el demo, que aún está disponible, la apariencia de los personajes es uno de los toques que más apreciamos a primera vista, y no estamos hablando solo de los personajes principales. Absolutamente todos los involucrados en la historia recibieron un trato único que vuelve todo incluso más cercano.

Por otro lado están los paisajes, donde hacemos hincapié en que cada detalle fue pensado para hacernos sentir por fin la idea de que estamos a punto de conocer Midgar como corresponde. Se aprecia con facilidad las diferencias estructurales entre suburbios, sitios residenciales y sectores más acomodados. Excelentemente bien logrado todo en este aspecto.

Diseño de niveles

Al ser una perspectiva totalmente diferente de como jugamos el título original, no esperen ver todo con los mismos ojos. Tener la cámara más cerca de tí obliga a una exploración más exhaustiva, cosa que siempre se recomiendo al jugar cualquier tipo de RPG. Recién ingresando al juego ya tienes acceso al primer reactor y desde el primer minuto notarás que se agregaron muchos lugares a cada fase de cada locación del juego. Esto tiene mucho sentido, ya que al mismo tiempo sirve para alargar el proceso de cada misión que llevaremos a cabo a medida que el juego avanza. Esta adición también pone a prueba a quienes jugaron la primera versión y consideraban que todo lo ocurrido en Midgar era demasiado rápido. Esta vez no lo será.

Música

Dentro de los apartados más importantes siempre va a estar la música. Todo orquestado por el mismísimo Nobuo Uematsu, el genio detrás de las melodías de las épocas más gloriosas de Final Fantasy como saga. La música de los reactores, la música de los suburbios, el tema de Tifa, la canción de Aerith... Hay muestras de todo esto andando en las redes sociales, es cosa de hacer un par de clicks y deleitarse con el contenido auditivo del juego. Es increíble el nivel de inserción que se logra en un juego cuando la música acompaña, al punto en que momentos específicos la banda sonora podría emocionar a los más nostálgicos. Otro gran logro dentro de este remake.

Desarrollo de personajes y entorno

Algo de lo que carecía la primera versión de Final Fantasy VII era la información que nos daban respecto a los entornos en los que todo se desarrollaba y de los personajes dentro de ellos. SquareEnix se propuso calar en los huesos de los jugadores, y vaya que lo logran. Como el desarrollo de la historia dicta, estaremos en lugares típicos del título, y entre esos lugares están los suburbios del Sector 7. Es ahí donde aflora la intención absoluta de los desarrolladores en no dejar nada de lado. Se multiplican los habitantes de este lugar a niveles inimagibles, y es ahí donde se puede conocer la esencia de la gente que vive ahí y cómo ellos se desenvuelven según los acontecimientos. Recomendamos prestar siempre atención a los diálogos de la gente que está cerca.

Por otro lado, el desarrollo de personajes ya no está pensado solo para los protagonistas de la historia. Algo que quedó en deuda en el título original fue lo poco que conocimos a los miembros de Avalancha, volviéndolos no tan relevantes. Ahora conoceremos mucho más de cerca a Biggs, Wedge y Jessie (al ver los tráilers sabemos que esta ella tendrá una particular fijación en Cloud). Si ya jugaron el título original, sabemos lo que esto significará posteriormente. Obviamente el hecho de que el juego sea hablado le entrega muchísima identidad a todos los personajes, y en esto si incluímos a los protagonistas, porque el tono de voz de cada uno dice mucho más de los que solo un diálogos que se puede leer.

Sistema de combate

La diferencia más evidente de Final Fantasy VII Remake con el original se ve en este punto. Si bien esta versión te da la posibilidad de elegir dificultad (Clásico, Fácil y Normal, al menos en la primera vez que lo juegas), recomendamos ir por la dificultad normal, ya que es abordable y no es difícil acostumbrarse al sistema de combate.

Cada personaje cuenta con habilidades únicas, las cuales van aprendiendo a medida que las usan con el arma que tengan equipada. Llegando al 100% de afinidad con la habilidad del arma en cuestión, esta habilidad quedará de forma permanente en el personaje. Teniendo esto en cuenta, es ahí donde estarán estacionadas las "Habilidades" en los comandos realizables. Además de ello, todos tienen su respectivo ataque por defecto, el cual se activa apretando sucesivamente el mismo botón (Cuadrado) o manteniéndolo presionado (esta versión hace menos daño). Como corresponde, también las magias e invocaciones corresponden a sus respectivos comandos dentro del tablero de habilidades, y actuan casi de la misma forma que en el Final Fantasy VII original, dado que al tener una materia equipada y evolucionada, puedes usar la versión que quieras del hechizo en cuestión.

La invocaciones funcionan diferente, no son un ataque que sucede una sola vez. La criatura entra al combate, te asiste unos segundos y lanza su habilidad definitiva que viene acompañada de una cinemática.

Algo que es muy importante es administrar muy bien el ATB, que es básicamente el recurso que te pide cada acción para ser realizada y solamente cuentas con dos barras de ello. Por ejemplo, utilizar la habilidad "Braver" se gasta una barra de ATB, al igual que una magia o un objetivo. Llenar esta barra depende totalmente de los ataques básicos que pegues. Esto también te obliga a cambiar de personaje constantemente dentro del combate, aspecto que es similar a otros Final Fantasy modernos. De todas formas puede elegir los comandos de tus acompañantes sin necesariamente cambiar a quien estés usando.

Los Limit Break también están disponibles de acuerdo al daño que vayamos recibiendo durante el combate. Y un consejo, tengan siempre algo para curarse a mano (pociones y hechizos de curación), ya que los van a necesitar más de lo que creen.

Sistema de progresión

Aquí es donde también se presentan cambios interesantes. Solo las materias evolucionan de la misma forma que en el título original. Algo que es totalmente nuevo es el sistema de mejoras de las armas.

Como les contábamos anteriormente, cada arma viene con una habilidad, la que queda impregnada en el personaje una vez que llegas al 100% de afinidad con la misma. Por otro lado, cada arma tiene la posibilidad de mejorar sus estadísticas y propiedades, donde notarán que las armas tienen un enfoque direrente. Esto sirve mucho en el plano estratégico, porque algunas batallas dependen del tipo de daño que quieras hacer y habrá siempre un arma más útil que otra en esos propósitos.

Al mismo tiempo, es un lindo toque saber que la clásica Buster Sword no se vuelve desechable. Dentro de las mejoras que se pueden aplicar en las armas, incluso, aumentan los espacios disponibles para Materia. Estas mejoras van abriendo su espectro a más mejoras a medida que avanzas en el juego. Los puntos necesarios para realizar las mejoras se adquieren a través de combates.

En cuanto a la experiencia y subir de nivel, nada nuevo bajo el sol: peleas, ganas experiencia, subes de nivel. Un sistema amigable que te permitirá progresar según lo que vayas necesitando y tu estilo propio de combate.

Movilidad y cámaras

Este es problablemente el único tópico incómodo. Si bien en el entorno normal no es tan complejo, cuando estás en combate recomendamos mantenerse lo más lejos posible de los muros. En esos momentos la cámara se vuelve un poco caótica y se pierde visibilidad de acciones y entorno. ¿Cómo lidiamos con esto? En cuanto un personaje se ve forzado a estar contra un muro, cambiar de personaje es la mejor opción para recuperar la perspectiva del entorno y de la ubicación de los enemigos. Sobretodo porque a algunos de estos los encontrarás a larga distancia y mientras más campo visual tengas para enfrentarlos, mejor.

Conclusiones

Final Fantasy VII Remake es una experiencia cautivante, y es un firme candidato a ser el juego del año. ¿Es necesario jugar el original para jugar este? Absolutamente no. Más aún, si nunca has jugado un Final Fantasy, este es un gran título para conocer lo que la saga implica. Estamos viviendo un hecho histórico con este título, así de trascendente es. Y lo mejor de todo, es que cada detalle es mejor que el anterior a medida que avanza el juego.

Recomendamos totalmente este título. Y si jugaron el primero tengan papel al lado, porque probablemente van a necesitar secarse las lágrimas. Además, no olvidemos que esta es solo la primera parte, no sabemos qué nos deparará la segunda y ya queremos saber que traerá. Final Fantasy VII Remake está disponible solo para PlayStation 4 por seis meses, y luego llegará a otras plataformas.