Kimetsu no Yaiba: ¿Quién es Hantengu? la cuarta Luna Creciente y todas sus apariencias
El personaje que tiene en problemas a Tanjiro, Nezuko y Genya
El pasado domingo se estrenó un nuevo episodio de Demon Slayer: Kimetsu no Yaiba, el anime está viviendo su tercera temporada y toda la acción se trasladó a la Aldea de los Herreros, donde la cuarta y la quinta luna atacaron la zona.
Uno de los personajes que más se ha hecho hincapié es el de Hantengu, la Cuarta Luna Creciente causó curiosidad desde su aparición en el primer capítulo de la temporada, y es que se nos presentó como un viejo indefenso y temoroso, que fue un mero testigo de la reunión de las lunas con Muzan Kibutsuji
Ya van 6 episodios desde eso y estamos viendo todo el poder de este curioso personaje, que como te habrás dado cuenta, tiene distintos cuerpos y personalidades únicas, por lo que ha sido un dolor de cabeza para Tanjiro, Nezuko y Genya.
Atención que los próximos párrafos pueden tener spoilers de la historia principal de Kimetsu no Yaiba
¿Quién es Hantengu y por qué tiene tantas personalidades?
Al finalizar el sexto episodio pudimos ver el cuerpo real de este personaje. Pequeño y cobarde, Hantengu vio como los cazadores de demonios acabaron con todos sus alter egos, por lo que decidió mantenerse escondido, pero Tanjiro logró indetificarlo inmediatamente gracias a su sentido del olfato. A pesar de verse débil Genya no pudo cortar su diminuto cuello.
La historia de este personaje se remonta hasta antes de convertirse en demonio, en donde realizó distintos crímenes de los que siempre se declaró inocente. Cada vez que alguien lo acusaba o afrontaba, hacía más fuertes sus distintas personalidades, que él no podía sacar a relucir, y se quedaban en su interior.
Son sus distintos cuerpos los que son capaces de mostrar las emociones y reales habilidades de Hantengu. Ese es su mayor poder, manifestar distintas apariencias y personalidades, cada una con un estilo y poder particular.
Todo esto gracias a la Técnica de Sangre Demoniaca que emplea Hantengu, de esta forma podemos ver a Sekido (ira), Karaku (relajación), Aizetsu (tristeza), Urogi (deleite), Zohakuten (odio) y Urami (resentimiento). Cada uno con una personalidad y emoción característica.
